miércoles, 9 de marzo de 2011

Capítulo 2 parte 1

Capítulo 2
1

Y así, todos volvieron sobre sus pasos. Cabizbajos y en fila india empezaron a caminar de nuevo por el oscuro túnel.
- ¡Nos hemos dejado al niñoooo! -exclamó Beidomon.
-Anda, éste acaba de caer de la higuera…-saltó Céfiro.
-Veamos, nombrarse a vosotros mismos, para ver si estáis todos - dijo Saskha.
- ¡YOOOO!
- ...y yoooooooo…
- Yo también…
- Vamos a ver, cabesones míos, ¡DECIR  ER NOMBRE IDENTIFICATIVOOOOO, JOER! Me ponéi de los nervios –se enfadó  Sashka, saliéndole el acento andaluz de
Santa Coloma.
-¡BEIIII!
-¡CÉFIRO!
-¡TIGANILLA!
-¡SaltrambasssSSSssss!
-¡WHERTERRRRR YOUNNNNNG!
-¡Mablung!
-¡IÑIGO MONTOYUS!, pa servirte en to lo que quieras, corasón.
-¡LYNKX!
Y el silencio se apodero del lugar.
- Pos va ser que sí que se fue er nene de verdad -dijo la de St Andrews.
-Dejarme a mí –se metió Wherter, introduciendo la mano en el slip (que ya empezaba a estar guarrillo).
Extrajo el mechón de pelo de la Tammara, seguidamente y con cara de interesante, con la lengua para un lado, sacó una olla, un bote de Isostar y un zippo de los Rangers deTejas. Lo rejuntó todo en la olla y con el zippo de los Rangers calentó lo allí revuelto.
Al cabo del ratillo, se sacó un recipiente, lo llenó del brebaje resultante y miró al montaraz.
- ¡NO SERÁS CAPASSSS, MAL AMIGOOOO!-exclamó Iñigo con cara de asustado.
Y Wherter se dirigió a Saltrambas.
- Toma, Salti, tómate esto, compañero, que te veo paradete -dijo el mago con tono irónico.
El pobre muchacho no lo dudó, ¡vamos, es que si lo llega a dudar se lo comen todos!
- ¡¡¡¡aaaaAAAAARRRRGGGG!!!!
Y el Salti iluminó toda la galería... Se puso de todos los colores imaginables y por imaginar, la cabeza le rodaba dirección Este y Oeste, y al cabo de media hora paró de golpe...
-INTRODUZCA SU DESTINO -dijo Saltrambas con voz de robot de la guerra las galaxias.
En eso que Iñigo lo captó todo muy bien y se adelantó al mago.
-¡TOMA, JODIO ER CULOOOOO! -exclamó haciéndole tragar el papel de color amarronado que arrebató del bolsillo de Lynkx.
-CALCULANDO RUTA -dijo el Salti.
Y, de repente, éste empezó a cavar como un poseso.
Llevaban lo menos trescientos kilómetros cavados, cuando...
- Este olor me es familiar… -dijo Céfiro.
Y al poco se desplomó la galería. Aquello era arena, y no tierra; lucharon por salir de la oscuridad y de la asfixia, y empezaron a emerger sus cabecillas al exterior, entre la arena de un enorme, pero enorme, desierto.
- ¡Era el olor del desierto! -dijo Céfiro toda contenta, pues adoraba aquellas tierras de soledades.
Entonces a Iñigo le dio por llamar a una persona que se veía allá a lo lejos.
-¡¡MOHAMEEEEEDDDDDD!!- gritó.
Eso fue lo que soltó el ''Moja'' al oir el grito de Iñigo:
-  الجحيم! صديق قديم! ماذا تفعلين هنا؟ الصحراء يرحب بكم                                         (Traducción: ¡coño, Iñigo! ¿Qué  haces tu por aquí? ¡El desierto te da la bienvenida!)
-¡¡Salam alikoum!! -respondió el montaraz.
-¡¡¡Duuuunas, duuuuuuuuuuunaaas!!! -gritaba Cef toda contenta.
La ùltima cabeza que salió a la luz fue la de Beidomon, que todavía estaba aplatanado por el manzanazo que le arreó el Wherty.
-¿Qué hacéis todos ahí abajo? –preguntó el moro en castellano raro, gesticulando exageradamente.
-Tamos de aventura, quillo -respondió Lynkx.
-¡NO PODO ZALIIIIIII! -lloriqueaba Tiganilla forcejeando.
-Ni yo.... -gimió Mablung.
-¡¡¡Nadie puede!!! ¡¡Callarsus tos!! -exclamo la de St Andrews.
Cef ya se habia escurrido arriba, tantas ganas tenía de salir que mírala.
-¡Échanos el turbante, Mohaméeee! -ordenó Saltrambas.
El hombre se quito la prenda de la cabeza, que estaba empapada de sudor y se la tendió al primero que pilló, o sease, a Beidomon. El coleguilla se enganchó como un mono y el musulmán empezó a tirar y a tirar y a tirar, y, joder, le salían unos sudores que aquello no era normal.
-A ver si adelgazas colegui, que vas a agotar a nuestro salvador, bendito sea -dijo Sashka.
-¿¿Me estas llamando gordo?? ¡No estoy gordooo! ¡Es la ropa, que se pega a la arena y no puede tirar el Moja!
-¡Ceeeef! -gritó el dios-. ¡Ven pacá, deja de dar vueltas como un rollito por la duna ya!
La dama de los vientos se acercó hasta él y, aprovechando para darle un beso sin poder resistirse, lo agarró de la cabeza (solo de la cabeza, atención, porque era lo único que asomaba del cuerpo del dios) y empezó a tirar y a soltar. El cuello de Lynkx se estiraba y se enrollaba como si fuera el muñeco de una caja sorpresa. Y nada, que aquello....no salía, coñio...

-¡¡ARRRRRRRRGGGGGGGGGGGGG!! -se cabreó Céfiro y empleó toda su fuerza bruta de un tironazo que dejó el cuello del otro peor que la cama de un loco. Lynkx salió despedido y fue a hincarse de cabeza en la arena, con las piernas tiesas hacia arriba como un ajo. Cef cayó de culo.
Beidomon también logró salir, y ayudó a Tiganilla mientras el moro se ocupaba del resto.
Lynkx emergió y se puso a escupir arena por todos lados.
-Gracias, cariño… -dijo con segundas.
-De nada, tesoro.
-Qué coño hacemos en el desierto...- se preguntó Sashka de St Andrews, recuperando su dicción culta, que no las palabras- Además, hace un calor de cojones...
- ¿Pero, adónde le has comprado el terrenito, Lynkx? Ya te habrás ahorrao unas perras, mamonaso- apuntó Wherter Young.
- Si es que el sueldo de dios no es lo que era... cada ves hay menos creyentes y más pedorros... Y cuantos menos creyentes, menos podé tengo…
-Jo… Y, ¿cuántos creyentes tendrás? ¿Un millón? ¿Dos?
-Solo dos.
-No está mal…
-No, no, dos pero personas, no millones: Céfiro y el lobo pirao ése, Knouls…
-Qué pena, tío…-dijo el mago intentando parecer solidario, cuando en realidad se estaba aguantando la risa.
Los demás, testigos de la conversación, se convulsionaban amoratados por la misma razón mientras Céfiro, ajena a todo, rodaba feliz por las dunas.

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